martes, 14 de febrero de 2012

Amor mío...

Llevo tanto tiempo queriendo dedicarte algo... hace mucho que necesitaba escribirte cualquier cosa. Hoy, es sin duda el mejor día para decírtelo.

Aunque tantas palabras te haya dicho ya, tantos poemas que han quedado atrás e incontables veces que te he dedicado alguna forma de amor... que más puedo decirte.

Lo mejor que puedo escribir es hablar claro y conciso. Sin pensar, solo con un pensamiento. Cierro los ojos y me llega una sola imagen, una sola meta... tus ojos. Tus ojos me cautivan. Estoy atrapado en ellos. Estoy loco por ellos.

He dejado tanto atrás, he desperdiciado tantas oportunidades... mi forma de vida era patetica. Me río tanto de como he llegado a ser antaño... pero tú mi amor, tú me has hecho cambiar. Me has hecho ver la luz.

He buscado durante 18 años... 18 largos y tristes años, desolado y triste... buscando una persona que compartir. Puede que no fuera un muchacho corriente, que soñaba con ser astronauta o quería un pony... pero te quería a ti. Quería mi compañera leal, mi fiel amante, mi amiga, mi confidente, mi mujer... mi cómplice.

Jamás he dudado nunca que te amo. No he visto mujer más hermosa que tú. No he visto ni quiero ver. Me ciega tanto tu amor, que el celibato es una forma de vida, siempre y cuando sea para ti, ¿no crees mi vida?

La vida te golpea duro... y uf, muy duro. Las aventuras nuestras, son practicamente un libro entero de 500 páginas con un desenlace a cada cual peor... pero el siguiente capitúlo empieza mucho mejor que el anterior. No veo un final de la historia. No veo una vida sin ti. Eres mi esposa, yo lo siento así. Puede venir cualquiera y reírse, tratarme de niño, necio o absurdo. Pero ellos no saben nada. No sienten nada.

Mataría por ti... me dejaría morir por ti. Haría cualquier cosa para poder estar un día más contigo. Y lo hago, sabes que lo hago. Y me encanta. Me encanta darte cualquier capricho. Me enamoras cada vez que se te ilumina la mirada, después de comprarte eso que te hacía ilusión o la cena que tú querías. Por Dios... daría toda mi vida por verte siempre sonreír así.

No tengo palabras para describirte todo lo que siento por ti. No puedo hacer nada más que contemplarte cada día y dar gracias a los cielos por tenerte. Mi felicidad, mi vida, mi mundo... eres tú.

Puede que no sea el mejor... pero tú... tú eres para mi... la única.

Te Amo. Feliz San Valentín.